![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwBQR-RV8w_xS5pdcKn8qr9J-KuyLBMf3zvsdeFZxt9gHBkRMOHYiE5D3l9yull55tfFVPBYAuPe_Ep56RcEHIPQAd2OQ7vS5P7BJQWJBjgp29heWlLcu30Wp-CculfyxyiMA1WKFDtnYq/s400/Joan+Manuel+Serrat2.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHSG69eQhPUvl-plr2eYr7yTcBFqWDd-ulNjzUi5506lYiTd2i_l-knqFs3uhmECELxRbP1jsJsFkBoyQ9vPu-2OgkBwqfVb2Xtj9CMn2UJ01kEYVHwLKFqU_rffkOnDu4vtuWfmpngp-Z/s400/Joan+Manuel+Serrat.jpg)
Se supone que la introducción de un libro se escribe para aclarar el motivo principal del mismo. En este caso la explicación es evidente y natural: profundizar en la excelente y prolífica obra de Joan Manuel Serrat. El lector también hallará un Semblante biográfico rigurosamente documentado, en el que se recogen más de veinticinco años de la carrera artística del «noi» del Poblé Sec. Desde que Serrat irrumpiera como aire nuevo en el movimiento de la Nova Canco, acompañado de un puñado de emotivas canciones, crítica y público mantienen sus elogios cada vez que éste publica un nuevo disco en el mercado. ¿De qué extraña dádiva está dotado este catalán universal para seguir fascinando a la concurrencia? Quizá su mayor acierto como cantautor y poeta, reside, a mi modo de ver, en esa peculiar configuración para erizar la piel del oyente, transmitiendo agradables sensaciones con esa efusión que su garganta desprende. Serrat le canta a la naturaleza, al amor, a los niños, a los mayores y a los poetas. Denuncia los problemas sociales, las injusticias y a los opresores, con una honradez más que deseable. Sin embargo, nos encontramos con dos cuestiones fijas en la narrativa musical de Joan Manuel: la infancia y la adolescencia como una edad prodigiosa e irrepetible a la que todo hombre adulto —yo también me incluyo-, desalentado por los tiempos que corren, anhela perpetuamente regresar. Y por otro lado, la preocupación por las graves catástrofes ecológicas —que según síntomas recientes tienden a empeorar— que el hombre -falto de sentido común— podría evitar. Nuestro mar está sucumbiendo día a día en una inmensa y pastosa marea negra; y en muchos puntos del globo en los que hasta hace muy poco tiempo los rayos del sol se dibujaban en el verde y transparente mar, ahora predominan paisajes desérticos y fantasmales. ¿Vivimos tiempos insensibles a las tareas de mantenimiento de la natura? ¿No es cruel advertir nuestro Mar Mediterráneo convertido en un 'Mare Porcum'? En cualquier caso ocurre que aquel muchacho que un día le cantó con alegría a su mar, ahora, consciente de un drama anunciado, le llora con sentimiento: Miradlo hecho una alcantarilla, herido de muerte.I Cuánta abundancia,! cuánta belleza,! cuánta energía (¡ay, quién lo diría!)/ echada a perder./ Por ignorancia, por imprudencia,/por inconsciencia y por mala leche*. Es sorprendente comprobar la habilidad —quizá se podría hablar de maestría— con la que Serrat potencia su capacidad de atracción a la hora de narrar en sus canciones los buenos y malos conceptos de la vida, con la única ayuda del lenguaje. Pero no crea el lector que la inspiración se le presenta de improviso al cantautor. El proceso que aplica Joan Manuel para componer sus temas es amplio y esmerado; para ello se ayuda del diccionario y de su hermano pequeño: el léxico de sinónimos; ya que en el sugestivo terreno del idioma patrio, el seguir obteniendo nociones que toda persona necesita -incluso el más sabio lo hace-, ennoblece la propia cultura. Es por eso quizá que los textos de Joan Manuel Serrat sobresalen del actual panorama musical; en el que las cuestiones de provecho en el mensaje de las canciones, brillan por su ausencia.
No hay comentarios :
Publicar un comentario